Hace 35 millones de años, cuando la orogénesis Alpina levantó los Pirineos. A partir de ese momento, el paisaje ha sido y está siendo moldeado, sobre todo, por el agua.
Las lluvias, la nieve y el hielo empezaron a actuar inmediatamente. En este tiempo hubo épocas muy frías, en especial, las grandes glaciaciones que se produjeron en el Pleistoceno (la Era Cuaternaria). Entonces se formaron inmensos glaciares, algunos de 500 metros de espesor, que fueron arrollando todo lo que encontraban a su paso. Todavía queda uno, en retroceso, en la cara norte del Monte Perdido.
Las lluvias, la nieve y el hielo empezaron a actuar inmediatamente. En este tiempo hubo épocas muy frías, en especial, las grandes glaciaciones que se produjeron en el Pleistoceno (la Era Cuaternaria). Entonces se formaron inmensos glaciares, algunos de 500 metros de espesor, que fueron arrollando todo lo que encontraban a su paso. Todavía queda uno, en retroceso, en la cara norte del Monte Perdido.
Poco a poco, el hielo es capaz de arrancar o desgajar las rocas y
llevarlas muy lejos. Así se formaron profundos valles con la típica
forma de “U”, ya que el fondo de un glaciar suele ser bastante plano.
Son buenos ejemplos de estos valles glaciares los de Ordesa y Pineta.
En las partes altas, los glaciares son más pequeños pero, debido al frío, duran más. Allí se formaron valles colgados que acaban de forma abrupta, como cortada, vertiendo sus aguas (a veces a través de saltos o cascadas) a otro valle inferior, más grande. Buenos ejemplos son los valles colgados de Salarons y Cotatuero.
Había zonas donde la nieve y el hielo se acumulaban más y más. Allí se formaron los circos glaciares, que tienen forma de semicírculo, con paredes verticales por arriba, pero que se suavizan por abajo, como los de Gavarnie, Soaso y, de nuevo, Pineta. En estos circos nacían grandes glaciares. Ahora se suelen encontrar impresionantes cascadas, como las de Gavarnie, la Cola de Caballo, las Gradas de Soaso o la del Cinca.
Un glaciar siempre desciende y, al final, se deshiela. Los materiales que transporta quedan acumulados en las zonas denominadas "morrenas", de las que encontramos ejemplos en distintos lugares, como en el valle de Otal o la ermita de San Antón.
Las glaciaciones no duran siempre, pero en esta zona suele nevar y llover de forma abundante. La última gran glaciación empezó hace unos 110.000 años y acabó hace unos 10.000. En los periodos interglaciares - ahora estamos en uno de ellos -, el agua líquida ha erosionado Ordesa de forma distinta a como lo hace el hielo.
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